7 de enero de 2015

¿EL VOTO DESIERTO O EL VOTO NULO?

¿EL VOTO DESIERTO O EL VOTO NULO?




Si las elecciones te han defraudado. Si ya no crees en ningún partido. Si tu futuro no tiene horizonte electoral. Te invito a pensar tu voto de otra manera.

Considera esta pregunta, ¿Has escuchado de algún concurso en el que el premio se declare “desierto”? ¿Qué significa “premio desierto”? -Significa, la ausencia de competidores que reúnan los requisitos mínimos del concurso.

Te has preguntado ¿por qué esta misma opción, trasladada al ámbito de la democracia electoral, se considera “extrema”, “retrógrada” o “ilegal”?

El Voto Desierto hace temblar a los partidos, porque incluye la opción de poder elegir “no elijo ninguno”. Y esto no es “irresponsabilidad” o “ingenuidad”, es una estrategia racional que reta a los partidos a responder unificadamente. Prueba de ellos es la campaña por el voto desatada con encabezados como estos: abdican a sus derechos, el abandono del instrumento electoral, nihilismo político entre los jóvenes, anulan la democracia, etc..

Leonardo Valdés Zurita, consejero del presidente del Instituto Federal Electoral, no dice que el voto nulo pretende “anular las elecciones”. La misma Dulce Maria Sauri Riancho, ex-presidenta nacional del PRI, ex-gobernadora, ex-diputada y ex-senadora, nos propone el voto nulo en Youtube, como “una forma de censura a todos los partidos, y al sistema electoral que nos hemos dado...”.

http://www.youtube.com/watch?v=DptID4rDmWQ&feature=related

El Voto Desierto no es lo mismo que el voto nulo. El voto nulo es una “sanción moral”. El Voto Desierto es una estrategia de juego, sin censura ni condena. Respeta las reglas y preceptos democráticos. No busca anular las elecciones, ni ganarlas. Busca explorar otras modalidades simbólicas del voto, creando una evidencia numérica que comprueba el secuestro de la democracia por la Monarquía Partidista: ¿Qué credibilidad puede tener un “triunfo legítimo” de un sólo voto? -Espurio...

Elegir “no voto por ningún partido”, es crear una categoría democrática que rompe el maniqueísmo político de la Monarquía Partidista. El Voto Desierto dice: Participo, pero no juego, no me la creo, no seré tu cómplice, no creo en tus mentiras, no voy a abandonar la participación política, no voy a dejar de exigirte que limpies tus filas y de que me trates como un ciudadano y no como un niño.

El Voto Desierto NO es ilegal, y su única consecuencia jurídica es: si los Votos Desiertos, nulos o blancos, son mayores que la diferencia entre el primer y segundo lugar, según declara el IFE, “será necesario abrir los paquetes electorales y contar voto por voto a fin de corroborar que no se trata de un error de los funcionarios de casillas.” -L. Valdez Zurita.

Después de contar y corroborar de que “no hay errores”, acaso ¿no hay otra lectura, otra interpretación de los números? -Los críticos dicen que el Voto Desierto, “no cuenta”, y que significa “abdicar”, “auto-nulificar”, además de que “deja el poder a los mismos intereses”; sugiriendo que votar por un partido, significa la “renovación” de los poderes fácticos. Nada más equivocado y fraudolento.

“José Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, en su novela “Ensayo sobre la lucidez”, cuestiona la caricatura de la democracia en que vivimos. La ficción se centra en unas elecciones municipales en una ciudad sin nombre en las que se impone por más del 83% de los sufragios el voto en blanco, resultado que provoca un verdadero terremoto político.”

http://www.paralibros.com/catalogo/31181.htm

La fábula samaniega tiene advertencias que describe el autor, y nos invita a reflexionar sobre el por qué votamos a una u otra opción política, cuando ninguno de ellos atiende verdaderamente a nuestras necesidades sociales y económicas.

La moraleja: Las elecciones son un juego de estrategia, no de suerte ni creencia o fe. Votar por cualquier partido ha quedado demostrado ser más de lo mismos en otro color y caras. Seguir en esta postura, es un auto-engaño. Si no podemos cambiar el juego, podemos usar sus reglas para definir una nueva estrategia. No se trata de elegir o no elegir partido. Se trata de votar en contra de la supuesta “credibilidad” que sostiene un fraude político.

Para ir más allá del maniqueísmo político-electoral, usemos el análisis racional: Votar por un partido es votar por lo mismo; votar por cualquier partido, es votar sin estrategia. La tercera opción lógica es, ir a contra-lógica, intentando algo no realizado; puesto que no se puede cambiar el resultado, sin antes cambiar la estrategia y los métodos.

El Voto Desierto, es voltear el juego a favor de la sociedad civil, haciendo que la participación cuente en contra de la credibilidad de los partidos declarando su oferta politica, desierta, en bancarrota.

ESTA ESTRATEGIA, REQUIERE ESTAR REGISTRADO PARA VOTAR Y SÓLO ES SIGNIFICATIVA, SI SE REALIZA EN MASA.

Si el voto nulo no tiene mayor significación como acto individual, sí la tiene cuando se convierte en un acto de masas. El voto en blanco consiste en realizar el acto mismo del voto, pero sin manifestar cuál es el candidato u opción elegida. El voto desierto va un paso más adelante, implicando estratégicamente la falsedad política a las elecciones.

Una mayoría relativa de Votos Desiertos, diría: Ningún partido representa el sueño de una nación próspera y justa para los mexicanos. La colusión está en la promiscuidad de la casta política en el poder.

El objetivo del Voto Desierto, no es ganar o anular, es empujar las elecciones a su más baja credibilidad mediante votos negativos. El voto negativo “elige no elegir”, es un acto de conciencia civil y de estrategia racional. El Voto Desierto se tabula en números negativos, -1, -2, -3...

Se ha pretendido que “los votos anulados, no cuentan”, pero este es un error lógico; Los “votos anulados” cuando son realizados con un propósito más allá del despecho político, se suman en contra de la credibilidad del “triunfo electoral”. Esta lectura no es intuitiva, y aparenta una “apuesta arriesgada”, pero en realidad es una estrategia lógica, alcanzable, y depende sólo de ir a votar escribiendo en la papeleta: D E S I E R T O.

Cada Voto Desierto es un voto menos a la credibilidad de los partidos y a su simulación electoral.

Esta es la mejor opción para la sociedad civil; porque en una situación en la que las probabilidades están en su contra, la peor movida es hacer lo mismo o no hacer nada.

El próximo 5 de julio, habrá más de mil cambios político-administrativos simultáneamente en todos los niveles de las pirámides del poder nacional:

“300 diputados federales por mayoría relativa (voto directo).
200 diputados federales por representación proporcional (plurinominales).
6 Gobernadores: Querétaro, San Luis Potosí, Nuevo León, Sonora, Colima y Campeche
616 ayuntamientos en: Querétaro, San Luis Potosí, Nuevo León, Sonora, Colima, Jalisco, Tabasco, Guanajuato, Edomex, Morelos y Campeche.
16 delegados y 40 asambleístas en el Distrito Federal.
248 Diputados Locales en: Querétaro, San Luis Potosí, Nuevo León, Sonora, Colima, Jalisco, Tabasco, Guanajuato, Edomex, Morelos y Campeche.” -Yahoo, Noticias México.

Si el próximo 5 de julio, vas a votar por alguien, sólo por cumplir y no sentirte culpable; recuerda que el voto es obligatorio, pero no tienes que votar por “alguien”, puedes votar por “ninguno” declarando tu Voto Desierto.

Si ya votaste por todos los partidos y todos te han defraudado, ¿qué más te van a robar, que no te hayan robado, ya?

Esta es tu oportunidad de realizar una acto verdaderamente político. De darle a esta palabra, un nuevo significado con un acto de imaginación, voluntad civil y certeza matemática: ¿Qué más tienes que perder, que no hayas perdido, ya? -El Voto Desierto-.

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